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Sí, hoy es fin de mes... y he llegado.

Casi todo el mundo vive siempre preocupado por llegar a fin de mes. El último día aparece y volvemos a empezar: "a ver si llego a fin de mes". ¿Por qué le ponemos un fin a todo? ¿Por qué hay que acabar?

Un viaje, tiene una meta. Nuestros mejores recuerdos seguramente sean del viaje en sí. Cuando llegamos a nuestro destino se pierde la ilusión del camino. Las metas nos dan fuerzas, imaginemos el trabajo: "Tengo que trabajar duro, que están a punto de ascender a alguien y...". Y... ¿cuando seamos dueños de la empresa? ¿cuando no tengamos motivos para esforzarnos? Sin metas nuestra vida no tiene sentido, al igual que sin porqués se pierde el interés por la vida.

"No creo en ningún dios ni ser omnipotente y creador. Que alguien me explique por qué la humanidad está aquí. Un motivo por el que tenga que existir, aunque no lo comprenda." En el mundo, todos estamos de paso.

Supongo que hay que ser fuerte de espíritu para ser ateo (eso si tenemos espíritu, claro). ¿En serio que tenemos que creer en algo? ¿Se puede ser feliz sin creer en nada? ¿Seremos capaces de vivir sin metas? ¿Bajará la gasolina?

Seare T. Seltev

4 comentarios

pedro -

pues como siga subiendo la gasofaa lo veo chunggo

Marta -

Mmmm, yo es que no utilizo gasolina, :P así que poco me importa a mí si sube o no.

FuZ Neviros -

Pues yo creo que la gasolina va a seguir subiendo. el resto carece de importancia!

Marta -

Guau! Impresionante artículo Seare.
Toda la razón en que siempre se trata de acceder a una meta, ese parece ser el objetivo de nuestra vida.
En relación a las preguntas...
-Crees solamente si lo necesitas o deseas.
-Sí, se puede ser feliz, "creyendo" en uno mismo.
-Eso no estoy tan segura, la vida es una meta en sí.
-Jajaja, eso preguntaselo al Bush :P